La administración Proactiva surge de la
necesidad de anticipar procesos mediante la realización de proyecciones que
permitan asegurar el correcto funcionamiento de la organización y evaluar el
producto realizado para así poder tomar decisiones de tal forma que se puedan
corregir o mejorar los resultados.
Entre sus
principales funciones destaca el poder administrar el tiempo de forma óptima,
realizar aplicaciones futuras para la mejora del producto o la organización,
aumentar la seguridad de lo que se hace es lo mejor y lo correcto, disminuir al
máximo el nivel de incertidumbre y efectuar análisis detallados del desempeño
de los grupos de trabajadores.
Para
poder llevar a cabo una administración proactiva se debe de tomar en cuenta
cuatro tipos de análisis que son:
1.-
Causal: Se refiere al estudio de los antecedentes del evento y su pasado.
2.-
Toma de decisiones: Cuando se analiza con lo que se tiene hasta el momento
presente.
3.-
Planeación: Cuando se establecen propuestas para el futuro.
4.-
Situación: Que analiza las tres anteriores para evaluar resultados.
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