La Planificación Estratégica Personal es el camino que une
dos posiciones. Primero lo que somos o dónde estamos y segundo el lugar a dónde
queremos llegar o lo que deseamos ser en el futuro, por tanto la
planificación estratégica personal se utiliza para ir donde quiera que estés a
donde quieras ir.
Si muchas veces, la queja en el entorno laboral, es que
somos bomberos que estamos apagando fuegos, debido a que consideramos que
no se ha planificado, no se han puesto los medios necesarios y no se ha
prestado la atención debida, entonces aplicando la misma reflexión,
la causa de muchas de las insatisfacciones en nuestra vida, es que
no sabemos que queremos, cuáles son nuestras prioridades y como vivirlas. Para
saberlo, lo primero que tenemos que tener claro es la dirección que queremos
marcar.
Desde mi punto de vista siempre he considerado la
planificación estratégica personal como la primera actividad a realizar, antes
que cualquier otra cosa en nuestra vida, porque planificar otorga sentido
y direccionalidad. No vale decir que no tengo tiempo porque cuando
algo es verdaderamente importante, siempre se le saca tiempo. ¿Es que no
es importante quien eres, que quieres y cómo vas a conseguirlo?
Esta herramienta es una manera sistemática de pensar y
actuar. Tu capacidad de pensar, planificar, actuar y decidir determina el
curso de tu vida. Con esta herramienta, nuestro propósito vital se traduce en
objetivos concretos que facilitan la consecución de nuestras metas vitales y
por tanto sentirnos más realizados y satisfechos.
En nuestra vida hay momentos en los que conviene hacer un
alto, para reflexionar y reorientar nuestros objetivos, esclarecer nuestros
sueños y desarrollar la visión de nuestro futuro. Puede que ahora sea uno de
ellos. Si lo es, te recomiendo, para empezar, que te hagas estas preguntas y
las reflexiones con profundidad, no valen las respuestas automáticas, deja que
tu mente navegue en su interior:
¿Quién eres?
¿Qué quieres?
¿Qué sabes hacer?
¿A dónde vas?